hábil la blogera... ,por folletera (de folletos hablo... ¿queda claro?) sabe que a cualquiera con origen proletario lo acaricia el misterio de adiós que siembra el tren.
Si con un poco de humildad descartamos la anteojera de mula, giramos los ojitos y jugamos con la distancia focal, quizás los yanquis ("ese imperio muyyyy malvado"...)no destruyen sus ferrocarriles, tampoco los uruguayos, ni los chilenos, ni...
si un cementerio de chatarra y un galpón abandonado sirve para la motivación proselitista... estamos al horno.
Sin ánimo de echar leña al fuego... (pero sí un poco de nasta), con los años de guita de Fubolpátuitos y otros curritos, quizás varios cientos de kms. de rieles y material rodante en condiciones, estarían en servicio en varios puntos geográficos (que AMBA y CABA esperen un poquito...) .
