El puntano no da señales de vida, vaya a saber adonde fue a parar despues de que le llegó la justicia divina.
Bien, para ser un poseedor de VW realmente y sin un exceso de vanidad, hay que merecerlo. A mi, se me fue un poquito la mano y a mi último Volky le practiqué una cirujía mayor de reconstrucción total, tarea que demandó mas de 4 años de esfuerzos. Pero el resultado valió la pena.
Aquí en esta toma, tenemos el casco ocupando el jardín y a punto de ser restaurado. Diganme si así y todo como está no es una belleza. El producto de un diseño clásico y sobrio no tiene edad, y ni siquiera lo corrompe un eventual estado de abandono.

Aquí ya va tomando forma el chassis y la mecánica. Está siendo minucosamente auditado por mi experta y sabia compañera felina.

El sector de potencia y sala de música, impulsado por un boxer aircooled de 1600 cm3. Imparable, arranque instantáneo bajo cero e inmutable por encima de los 40º a la sombra. De la pluma de Ferdinand Porsche.

Imágenes tomadas por la misión Apollo 11. Quién era el que se estaba refiriendo a esta maravilla como poroto con ruedas...?

Business are business: OK, pero conmigo estan jodidos amigos Cacho´s, Lubric´s y Tapiceric´s. Mine is mine.